Retomemos las palabras tiernas, amorosas, compasivas
que hemos ido perdiendo con los afanes y tribulaciones cotidianas.
Asi como la capacidad de comunicarnos,
abrazarnos,
mimarnos, tocarnos.
Cada día estamos más distantes.
No perdamos la capacidad de amar.
Que al entrar a esta casita
nos llevemos palabras de aliento,
paz, serenidad,
afecto y ánimo que nos aproxime al prójimo
y sobre todo nos aproxime a Dios.
Déjate querer.
Raquel Demorizi
viernes, 14 de noviembre de 2014
dar
No esperemos que la necesidad exista para dar, demos para que la necesidad no exista raquel demorizi
No hay comentarios:
Publicar un comentario