La vida se compone de partes buenas y desagradables, a pesar de que no tenemos porque perder nuestra tranquilidad encima de las contrariedades, debemos reacomodarnos para poder vivir, demostrar que el Señor de paz dirige nuestras vidas y las adapta a los incidentes.
No permitas que los reveses trastornen tu equilibrio.
Aprende a ajustarte a los infortunios de la vida, si la olla se rompió y la sopa se desparramó nada puede remediarlo. Hay que ajustarse, sea favorable o no. Aprende a disfrutar de quietud en cualquier circunstancia y a iluminar el camino de los que se desplazan contigo.
Raquel Demorizi
No hay comentarios:
Publicar un comentario