Tu cuerpo aloja una vida. Y tu corazón la acaricia. Cuídate, amate, de la misma forma que nuestro Padre Celestial lo hace.
Cuida tu cuerpo que es como un templo.
Lleva vida sana, come sano, pero no olvides que tu cuerpo aloja tu alma, oye su voz, atiende su llamado.
Mantenlo limpio como el cristal y blanco como la nieve.
Cuida tu cuerpo que es como un templo.
Lleva vida sana, come sano, pero no olvides que tu cuerpo aloja tu alma, oye su voz, atiende su llamado.
Mantenlo limpio como el cristal y blanco como la nieve.
Raquel Demorizi
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