Mantén tu corazón noble y dispuesto a brindar siempre una nueva oportunidad, todos la merecen.
Mantén líneas en blanco donde solo escribirás si la persona no hace intento de cambiar, pero ten presente que no siempre se consigue lo esperado en una sola ocasión.
Se paciente y brinda el chance, porque de esa misma forma tu esperas que en el libro divino hayan páginas en blanco porque Dios en su grande amor y misericordia te ha dado la oportunidad de rectificar sin cansarse.
Entonces perdona sin mirar cuantas veces debes hacerlo, no eres nadie para sentenciar lo que le toca a nuestro Padre Celestial hacer. Tolera y espera.
Autora
Raquel Demorizi
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