viernes, 17 de agosto de 2012

Como agua fresca


Tu vida puede ser gran milagro porque lo asqueroso y detestable puede convertirse en el mejor vino que jamás se haya elaborado.
Cuando la vida convierte en jugo agradable el agua con que es regada la enfermedad y el desastre en que vives. ¡Que milagro!
Usa esa agua para lavar las heridas de los mendigos de amor, de los huérfanos de amor, de los hambrientos de amor, de los emigrantes, desechados,  despreciados,  olvidados y marginados, y luego siente la frescura de haberte bañado con agua lluvia copiosa, fresca y abundante.

Autora
Raquel Demorizi

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