La juventud perece porque creen lo saben todo y los adultos se rinden considerando que no vale la pena insistir en orientar por el camino sano a quien no quiere escuchar.
Demasiado es lo que podemos enseñar a esta gente sin experiencia, pero el agotamiento nos hace soltar la toalla.
Se convierten en perversos por ser obstinados, por no ver lo que todos conocen y que están conscientes les llevan al hoyo de la perdición.
Pero te digo amigo siembra la semilla muchas de ellas germinan porque algunos la aceptan, aunque otros la desechen, o sean indiferentes, pero por ninguna razón dejes de sembrar.
Las personas tienen un tesoro escondido y cuando brote el fruto la descubrirás. Vuelvo y digo no desistas. En el fango se han encontrado grandes tesoros.
Autora
Raquel Demorizi
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